Thursday, October 6, 2016

EL QUE SABE, SABE: DENUNCIA Y REIVINDICACIÓN EN LA LETRA DE TEGO CALDERÓN
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Por: Ricardo ‘’Riqui’’ Mariani Rios

       La más reciente producción musical del rapero Tego Calderón, titulada El que sabe sabe, merece la atención de todas y todos los puertorriqueños. El disco en su conjunto, a mi entender, contiene una crítica cultural muy pertinente para nuestros tiempos. Muchas de las canciones que componen la producción están dirigidas a crear conciencia sobre los problemas que nos acarrea como sociedad caribeña y antillana.

    Al escuchar el disco completo, es interesante notar como el sentido de las canciones están enmarcadas bajo una estructura lírica que busca, por un lado, denunciar el racismo y la desigualdad que se viven a diario en Puerto Rico, mientras que, por otro lado, el cantante acude a la reivindicación de derechos y de mejoras en la calidad de vida como un asunto perenne a nuestra realidad. Recordemos que Tego, desde el principio de su carrera, ha asumido el papel de un afrodescendiente que busca utilizar la música como herramienta emancipadora. Sus anteriores colaboraciones con el grupo Choc Quib Town, del Pacifico Colombiano, y con el cantante Kafu Banton de Panamá, dan cuenta de la amplitud que ha ido tomado su identidad como afro-caribeño.
       
    No obstante, y debemos dejarlo claro, el uso del reggaetón en este disco, como en los anteriores, no está exento de ser usado. Canciones como “Al Grano”, “Supongo” y “Por Burro”, por ejemplo, a pesar de estar compuestas al ritmo del dembow, éstas tienen una letra muy contundente. Con ello, Tego busca trascender, a manera de crítica cultural, el tema del amor, el sexo y la pasión en nuestra sociedad. Al éste recurrir a un lenguaje popular que los naturalice, dichos temas pasan a ser ineludibles en la construcción de nuestra inter-subjetividad.

   En relación a lo anterior, demás está decir que el uso de palabras soeces en muchas de las canciones está presente. Sin embargo, esta estrategia discursiva e idiomática es usada por el rapero como una forma de resistencia simbólica frente a los dictámenes de la Academia y como una forma de poner el acento en las palabras que caracterizan a nuestra cultura.
 
   Es importante señalar que El que sabe, sabe es una pieza musical grabada en su nuevo estudio, llamado “El Sitio”. Localizado en el pleno corazón de Santurce, fue la cuna de nacimiento de Tego. Como embajador de barrios y lugares marginados, el rapero ha establecido su laboratorio musical en el lugar que lo vio nacer. Esta forma de devolución y de compromiso social coincide con el mejor momento de su carrera. Después de 15 años haciendo música y 7 fuera del país, retoma el escenario musical sin pretensiones y sin ambiciones.

   Por último, debo admitir  que la presentación de su disco en Palmas Station (Cataño) fue un encuentro verdaderamente íntimo. Además del excelente repertorio que desplegó esa noche del 6 de febrero (fecha que coincidió con el natalicio del jamaiquino Bob Marley), Tego se mostró accesible, amistoso y sobretodo muy humilde. Dicho encuentro estuvo lleno de admiraciones y elogios por parte del público que, en términos generales, mostraban el mismo fervor por el cantante. Además, y no menos importante, la cadencia y el ritmo estuvieron acompañados en varias ocasiones por tambores y barriles que al son de bomba le daban al espectáculo un aire nativo y afro-boricua.

   En pocas palabras, Tego Calderón es el la voz del pueblo y lo demuestra en su más reciente producción. Para mí, su más sagrado don es haber estado desde la cuna expuesto a la cultura afro del país, siendo que ésta ha estado reprimida y sobre todo blanqueada a través de la historia. Su conciencia de clase y su reafirmación como descendiente de “negritos”, le otorga a Tego autoridad y respeto cuando se trata de liricas que estén, como él mismo dijo, “en arroz y habichuela”

             

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