El tabú de lo sexual:
El Mercadeo, la
web y lo social
Por: Jonathan Meléndez Maldonado, Antropólogo BA.
Análisis.
Por un largo periodo en Puerto Rico el tema
de la sexualidad ha sido uno controversial.
Mientas en las redes sociales, el sexo se habla de una manera abierta,
en los círculos sociales es otra historia.
Esta visualización de lo sexual trae consigo una ola de estereotipos,
prejuicios y rechazos. Los cuales se demarcan en las orientaciones sexuales,
códigos de belleza, clase social etc. En un primer plano nos enfrentamos a la comercialización
del cuerpo femenino, el cual es
transformado en un objeto sexual totalmente mercadeable a través de las
industrias pornográficas, revistas de modas etc. Lo que promueve ‘’una
desvalorización’’ al ente femenino y el quita ciertos valores de apreciación.
Un segundo
problema el cual se tiende a brindar con este aspecto, es la aceptación
mediática y el rechazo social sobre las orientaciones sexuales de los
individuos sea hombre o mujer. En esta aceptación mediática o de redes
sociales, se les brinda un apoyo ‘’invisible’’ a estos individuos que su
orientación, no sigue los ‘’parámetros’’ naturales. Esto, transforma el tabú, en uno más
aceptable, a diferencia de los círculos sociales (presenciales) en donde hablar
incluso de la reproducción sexual biológica, es un tabú del cual no se puede
hablar de una manera abierta.
El tercer
problemas es el ‘’conservadorismo’’ de dos caras. El cual posee una objeción
religiosa en colectivo y aceptación en lo individual de las conductas
sexuales. Esto puede generar que el
individuo se exprese libre mente sobre el tema de la sexualidad, pero en su
iglesia u centro de congregación sea un tabú y este reprima el tema y no se
oriente adecuadamente.
En Puerto Rico, el
tabú, están amplio que los medios de comunicación periodísticos recurren al
amarillismo para aumentar ventas, etc. Y mantener el patrocinio de lo sexual,
como algo negativo. Un ejemplo para esto sería algún tipo de anuncio que
involucre la sexualidad de la persona de una manera directa o indirecta, que a
su vez crea un prejuicio. A esto se le
suma la clasificación por orientación sexual lo cual se ve a menudo en la
prensa del país, como una boda ‘’gay’’.
Un titular de esta índole tiende aumentar el rating, y el aumento de la
imprenta de los medios de comunicación. Y maniendo la etiqueta a las personas
que practican una orientación sexual, para promover un mercadeo mediático
exclusivo.
La mejor manera
de incursionar en un cambio, es la eliminación de las etiquetas y no solamente
promover el cuerpo como un objeto sexual. La unión de dos personas solo
significa en el carácter legal que son dos entes producentes que firman acuerdo
mutuo ante la ley, en el caso simbólico es la unión de dos personas que se
aman. ¿Así por qué llamarlo boda u unión
gay? ¿Acaso decimos unión heterosexual? Un gran paso a seguir es eliminando
etiquetas, eliminando el tabú, para evitar que las mujeres sigan siendo vistas
como objetos meramente sexuales. El poder lo posee el ciudadano, el cual es capaz
de quitarle el apoyo a estas corporaciones que mantienen vivos los prejuicios y
la sexualización como algo prohibido y sumergiendo a la población en la ignorancia.
Puerto Rico necesita educarse sobre ese tema y ser capaz de hablarlo
abiertamente, sin discrimen y sin rechazo.
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